«El planeta Saturno es el más hermoso y excelente de los planetas que orbitan alrededor del Sol, al igual que tu Tierra, que es el planeta más feo y último en toda la creación pero destinado a servir como escuela de humildad y cruz para los espíritus más grandes».
El Señor le explica al obispo católico, Martín, que la Tierra es en todos los aspectos el planeta más imperfecto, último, miserable y peor en toda la creación, pero está destinado a servir como escuela de humildad los hijos de Dios.
(Prophetia)